UNA MIRADA DE MAÍZ hacia el programa de Educación Musical Caracola en kanto de Turpiales, una mirada en donde la música se une con la poesía, la literatura, los cuentos, el dibujo y la pintura, para: PINTAR LA PALABRA, KANTAR EL PENSAMIENTO Y EXPRESAR LOS SONIDOS DE NUESTRA TIERRA

sábado, 12 de marzo de 2011

ANIMALITOS

Hola Cocodrilo ¿Como esta la vaina?

-Bueno aqui fino fino con la geta abierta a ver que me cae de comida...

Respondeme, ¿Cuales son tus espectativas de la vida?

- Bueno, imagínate, pregunta dificil...Pero actualmente estoy luchando codo a codo y centímetro a centímetro y esforzándome en el estudio y practicas e ideologías, para llegar a convertirme en un hermoso CABALLO, esa es mi meta, mi más preciada aspiración.

¿En un caballo? COCODRILO, ¿Como así?

- En esto de ser Cocodrilo no me encuentro, no tiene sentido y tengo que superarme ¡TENGO QUE SER UN CABALLO! Es más noble, más esencial, más categoría, otro estado evolutivo.

¿Pero como, tu experimentaste eso?

- ¡No! Pero la Academia HORSE, nos trajo un curriculum bien gueno, y de cómodas cuotas para pagar, y me garantizan que en tres años salgo MEDIO CABALLO y si hago la licenciatura salgo CABALLO COMPLETO. Y bueno en ese momento podré enseñar a un CABALLO, SER UN CABALLO.

Coño COCODRILO tú si que eres arrechamente de pinga vale. Me gustaría que vengas a mi comunidad pa´que nos des luces. Chao

EL HOMBRE ENDOGENO

“El cual luego de tomar medicina sistémica, le nació una mata de naranja en la barriga”
Esta era la historia de un hombre que era endógeno, que logró descifrar los secretos de la medicina sistémica y se pudo liberar de los comerciantes de la salud, tan sabio era el hombre que preparaba sus ungüentos, sus yerbas y sus pastillas, que cada vez que se tomaba una poción de sus alquimias le crecía una mata distinta, unas veces eran Piras, y con sus hojas hacía su dieta sin necesidad de nutricionistas, otras veces le crecían Naranjas, Parchitas, Piñas o Lechosas, era un hombre que había alcanzado la felicidad suprema porque podía vivir sin farmacias, sin hospitales, sin supermercados, en cualquier lugar guindaba su hamaca, y mientras conversaba o descansaba, tomaba de si mismo mandarinas, Semerukos, Poncigue. El Hombre endógeno existía en base a semillas y mereyes, era un hombre que descubrió el arte de vivir sin joder a ninguno.

EDITORIA LA MITÓMANA

Montones de libros y folletos, con miles de imágenes atormentaban la mente de las personas, eran tan solo pilones de letras vacías, de palabras huecas que se repetían miles de veces, periódicos, libros, revistas y publicaciones que decían todo y a la vez nada, que hacían colasch de ignorancias preparadas y aliñadas con mujeres desnudas, amarillismo de sucesos, reportajes y editoriales programadas, de allí que circularan chismes, intrigas y difamaciones, que se vistieran de noticias, informativos, primicias relatadas, opiniones confusas y malintencionadas; la gente ya estaba harta de tantas pistoladas, loca y atormentada de tanta vaina, y un buen día la gente escribió su propia historia, su propio pensamiento, dejó de leer lo que la desquiciaba, llamó a los chivos para que se comieran esos libros, esas revistas y esos periódicos torturadores de la palabra, dejó de leer esos libros que difundían las mentiras, esa prensa desatada que manejaba a su antojo EDITORIA LA MITÓMANA, que repartía y difundía capsulas de ignorancias, promocionaba capsulas de confusiones, charlatanería, páginas y páginas de farándula, publicitaba capsulas de preocupaciones, capsulas de manipulaciones y tabletas para tener dolor de cabeza.

EL HOMBRE GOMA

Era un superhéroe muy venezolano, rebotaba miles de veces si era necesario, si surgía algún problema siempre aparecía EL HOMBRE GOMA, quien llegaba hasta la casa de quienes lo llamaban, y todo lo resolvía…la gente lo llamaba, y a cada problema nuevo se hallaba en instantes el hombre goma y todo estaba arreglado.

El hombre goma hacía arepas y rebotaba demasiado, porque los flojos y los inútiles lo llamaban a cada rato, esta especie de zagaletones o manganzones lo que hacían era arrellenarse en un sillón, no hacían más que criticar, no hacían mas nada sino echarle la culpa a los demás, esperaban entonces que todo lo solucionara el hombre goma.

En los carteles publicitarios, en las propagandas y en las tarjetas de presentación, se podía leer claramente: que si ¿acaparan con la comida?; usted tiene la solución, LLAME al HOMBRE GOMA, que si ¿suben los precios? entonces LLAME al HOMBRE GOMA, el siempre estará a su disposición…

que si ¿El trafico y las colas? LLAME al hombre goma, que si ¿la basura o la Salud? “LLAME YA” y ahí estará el hombre goma; que si ¿La casa y el trabajo? LLAME AL HOMBRE GOMA….Todos sus deseos serán plenamente garantizados, todas sus preocupaciones serán solucionadas…TODAS sus aspiraciones serán definitivamente alcanzadas…

EL ESPECIALISTA INUTIL

Su mayor deseo era graduarse, sabia mucho sobre una sola cosa, pero nada sabía de lo que le rodeaba, el paseaba y transitaba por la calle, solo compraba peroles, solo visitaba tiendas y centros comerciales, después se quedaba en su burbuja como lo hacían muchos en su área, y entonces existían especialistas en física, otros en matemática, otros en tecnología, pero inútiles en todos los demás conocimientos, no sabía prepararse su comida, ignoraba las propiedades nutritivas de los alimentos, y por eso tenía una mala alimentación, le daban ulceras, le daban gastritis e indigestión, tomaba refrescos que eran tóxicos artificiales, que engañaban a las pupilas, y cuando se enfermaba los médicos ganaban mucho dinero y se creían importantes, ya que sin enfermos no podían conseguir empleo y ser doctores…

El especialista no sabía como hacerse una casa, no sabía arreglar ni un televisor o ninguna computadora, por eso compraba todo hecho en las tiendas, porque no sabía hacerse un bolso, ni una camisa, ni un zapato. tampoco podía hacerse sus dulces y jaleas, porque siempre decía que no había tiempo, y por eso se conformaba con encontrar todo ya hecho, eso si, trabajaba mucho en el área que había estudiado, otras veces se convertía en un buen burócrata, en fin, se había esforzado demasiado para llegar a ser un profesional, un especialista inútil.

LA SINCRETIZACIÓN DEL TORIMULO

Erase una vez un Toro que tenía sus propias creencias, hasta que un día en nombre de la providencia, lo convencieron los monjes de otra religión, que lejos de practicar lo que profesaban, eran unos burros que rebuznaban en nombre de Dios. Tanta fue la tortura religiosa y el lavado de cerebro, que aquel toro se convirtió en mulo, y desde entonces se cortó los cachos y fue al manicurista para parecerse a aquel burro, y aunque ya se había muleizado, había podido conservar algunas costumbres suyas, que unas veces las llamaba por su verdadero nombre para cautivar a las vacas y otras las hacía pasar por el lenguaje y el código del mulo para granjearse del estima y del reconocimiento de la “fraternidad” de los burros; a todas estas pasaron los años, pasaron los siglos y desde entonces la espiritualidad del Toro se quedó en el imaginario popular como la “sincretización del Torimulo”.